19 de septiembre de 2012

De nuevo a la rutina.

Tan solo acaba de empezar el curso y ya hay nervios de por medio. En estos dos días de clase, he llegado a escuchar la palabra <<selectivo>> unas diez veces por hora... y sí, es totalmente cierto. Es completamente normal, que hayan miedos... pues, para poder estudiar lo que quiero, se requiere una nota mínima y por ello, el esfuerzo debe ser todavía mayor. A día de hoy, no me preocupo tanto por el selectivo sino por el curso en sí, ya que es lo que verdaderamente importa ahora mismo y es necesario para poder el examen pre-universitario. 





Ahora, tras haber estado tres meses en la "parra" sin haber tocado un libro, es cuando tengo que ponerme las pilas recargadas para de momento esta evaluación y poco a poco, para todo el curso. Este año no es como otro cualquiera. Este año, si todo va bien, será mi último año de instituto y evidentemente, uno de los más difíciles e incluso el más difícil. Cada profesor dice una cosa "Primero de bachiller es fácil" "En segundo de bachiller hay que estar a tope" "El selectivo es decisivo" y muchas más opiniones que han conseguido que ha día de hoy, esté de los nervios. En serio, estoy intentado mentalizarme y comenzar a plantearme la repartición del tiempo para poder: estudiar, hacer deberes y trabajos y leer. 



¡SUERTE A TODOS LOS QUE ESTÉIS ESTE AÑO EN SEGUNDO DE BACHILLERATO!



Un ratito de descanso para echar la siesta, tampoco viene nada mal y menos en época de exámenes. 




Cynthia Salinas Lucas. 


15 de septiembre de 2012

Quince.


 Hoy, quince de septiembre, hace exactamente tres meses que empezó algo muy bonito con una persona más que especial para mí. Sé que de momento solo van tres meses,  los cuales han pasado muy rápidos, pero hay algo que me dice que van a haber muchos muchos más a su lado. Así que, espero poder escribir durante muchísimo tiempo el quince de cada mes. 









 Dicen que los sentimientos no se controlan y bien cierto que es… yo no puedo controlar lo muchísimo que le quiero. ¿Por qué? Pues por muchas razones… porque él es el primero que siempre ha estado apoyándome y ayudándome en todo momento, incluso cuando no podía solucionar mis rayadas; porque consigue que incluso en mis peores momentos, sea capaz de sacarme una sonrisa de oreja a oreja y hacerme reír a carcajadas; porque cuando estoy enferma, él es el primero que está ahí para cuidarme y amenizar cada uno de los momentos; porque hace todo lo posible para ayudarme; porque consigue sorprenderme cada día más y más.






Te quiero.